Apología a la Libertad

Def: Discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo.

Nombre: Apologista
Ubicación: Argentina

jueves, enero 03, 2008

El día en el que el Mal Selectivo derrotó al Bien Común.

Releyendo algunos libros viejos, aparece un poco sutil personaje, un profeta de calendario llamado Santo Tomás de Aquino quien expresó sus revolucionarias ideas acerca del concepto Bien Común. Según él, las leyes perderían su sentido si no estuviesen orientadas al Bien Común y a sus demandas. La ley se ordena al bien común.
Aparece entonces una serie de gente aburrida, que en vez de fundar otro club de barrio, se reúne en torno a lo que se llamó la Doctrina Social de la Iglesia. Apelando un poco a la imaginación una suerte de muchachotes pseudointelectuales al servicio de la nada misma y la filosofía de cotillón, quienes no sólo estrecharon simbólicamente la mano de Tomasito sino que también, a través de encíclicas tenebrosas debatieron acerca de la relación del proletariado y la necesidad del Estado de "velar" por el bien común de sus hombres, para evitar así cualquier tipo de confrontación y ni hablar pues de lo que aquel loquito proponía acerca de "Revolución del Proletariado".

Pero en la Rerum Novarum hay un factor ruido que no puede pasar desapercibido.
Los amos del batón afirman que no se puede excluir al obrero de la ecuación ya que "para la buena constitución de una nación es necesaria también la abundancia de los bienes del cuerpo y externos" (trabajo esclavo, cero aliento y poca estimulación a la cultura) pero vaya que reconocen a los obreros, debido a su condición "Los que ejercen algún oficio, por el contrario, no aprovechan a la sociedad en el mismo grado y con las mismas funciones que aquéllos, mas también ellos concurren al bien común de modo notable, aunque menos directamente"

Otra de las perversas ideas planteadas habla de la equidad. Equidad... bonito concepto. Para algunos obviamente. Cito a continuación una de las frases más terribles que encontré a lo largo de la investigación:
"La equidad exige, por consiguiente, que las autoridades públicas prodiguen sus cuidados al proletario para que éste reciba algo de lo que aporta al bien común, como la casa, el vestido y el poder sobrellevar la vida con mayor facilidad. De donde se desprende que se habrán de fomentar todas aquellas cosas que de cualquier modo resulten favorables para los obreros. Cuidado que dista mucho de perjudicar a nadie, antes bien aprovechará a todos, ya que interesa mucho al Estado que no vivan en la miseria aquellos de quienes proveen unos bienes tan necesarios". Muchas gracias, no se hubiera molestado usted Padre que yo seguiré viviendo en la pobreza y en la desesperanza para mantener por siempre equilibrada su sociedad.

Además del sabor amargo no me quedan mas que preguntas por hacer. ¿Si todos perseguimos el Bien Común y todos estamos orientados a lograrlo... para quien será entonces? ¿Será paranoico afirmar que no es mas que otra estratagema de control social?. Si ser individuo significa ser testigo presencial de un todo, de una sociedad que te va a vetar tus acciones y tus instintos naturales, hasta lograr que seas otra bendita naranja mecánica, programada de por vida, con ciertos patrones que seguir y dioses y cábalas a las que responder... ¿Quién quiere ser parte de esta farsa?

4 Comentarios:

Blogger el fantasma de la libertad dijo...

Fantasmagórica Apola,

No es casualidad que la llame de este modo, ya que encuentro en este texto un poco de eco de cierto cáos que encuentro conocido.
Ud sabe lo que pienso de la moral, los "valores universales", conceptos de bien y mal, y todos esos espejitos de colores. El otro día hablaba con alguien de la "ética del trabajo", esa suerte de idea de que la dignidad consistía en hacerse de una buena posición económica mediante el esfuerzo.
Ahora, no es que yo esté en contra de los trabajadores del mundo, de los cuales, por otro lado, soy parte, pero sí comprendo que esas ideas son regadas por otros poderes que sirven a dos vertientes: la clase alta y la clase servil. Los primeros todos sabemos quienes son, y los segundos son los apologistas de los primeros, que difunden este tipo de "valores".

Ud pregunta al final "¿Quién quiere ser parte de esta farsa?" Demás está decir la posición que uno elige, ud ya la sabe, pero tal vez es todavía mejor cuando uno puede hacer algo al respecto, aunque más no sea, sembrar ciertas ideas, ud me comprende.

Le mando un beso grande!

4:15 p. m.  
Blogger Apologista dijo...

Mi ego iba a estallar.
Mi Apologistico Hermano no venia a comentar acerca de un escrito dedicado crípticamente al mismo, surgido a raiz de ciertas charlas y algunos de sus escritos...
saludos|

9:03 p. m.  
Blogger el fantasma de la libertad dijo...

ups

no lo entendí...

9:46 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Todas las religiones monoteístas abogan por una realidad bicéfala. Quizá haya una excepción rebuscada que no logrará desechar lo antedicho. En todo caso, la religión es un modo -no de explicar las cosas- como algunos creen. Sino de entenderlas. El entendimiento, verás, es un capricho. Los hechos, la lectura verosímil no puede tener elementos sociales. La antropología JAMÁS podrá predecir el comportamiento humano, no es ciencia, no es falsable. Digamos que la religión es una forma de llenar el vacío. El bien COMÚN es pues, una ilusión perversa.. Cómo podrían dos cosas-personas incompatibles perseguir un mismo fin. Y Cómo puede ser común lo que persigan desde el CAOS de un razonamiento precario. Es lógico pues que se equivoquen, no por decir una falsa verdad, sino por el simple hecho de que no existe ninguna verdad más solo meras apreciaciones.
Vos dirás que carajo tiene que ver la segunda ley de termodinámica..
Esta ley indica que en cualquier sistema cerrado el desorden, o la entropía, SIEMPRE aumenta con el tiempo.
Esta es una bella forma de distinguir el pasado del futuro y es la forma en la que logramos distinguirlo. Yo no veo, por ejemplo, ver a mi reloj de arena recomponiéndose por si solo, en todo caso lo veo destruirse cayendo -digamos- desde la mesa por si solo. Las cosas siempre se desordenan, no importa el empeño que ponga uno en lograr lo contrario.
En otras palabras: El flujo espontáneo de calor siempre es unidireccional, desde los cuerpos a temperatura más alta a aquellos de temperatura más baja.
El tiempo es una especie de materia escasa, y existe en la energía de su entorno. Si te tomas diez minutos para arreglar un reloj de arena que se quebró, habrás gastado miles de millones de veces más energía de la que recuperaste una vez arreglado el reloj. LA ENERGÍA QUE CONCENTRASTE EN ARREGLAR EL RELOJ ES, ENTONCES, MILES DE MILLONES DE VECES MÁS PEQUEÑA QUE LA QUE GASTASTE AL APLICARTE A ELLO.
El caos, en cierto sentido, será lo único que quede cuando no exista más energía para organizarlo aunque sea en un espacio mínimo.
Paradójicamente, según la física, podemos decir que cuanta más energía gastamos en poner las cosas en orden, a nuestro alrededor, más en desorden estarán.

Lo que intento decir, es que lo queramos o no, todos formamos parte de "esta farsa", que es una "farsa finita" -no sólo en el sentido humano de tiempo sino en el sentido universal- sin importar los paliativos y que, definitivamente, buscar un equilibrio social es un error que la religión dotó de dogma por paliar la sed de un auto descubrimiento imposible. La religión, pues, no DEBE ser constante, debe ser actualizada a los parámetros de vida actuales, pero no puede dejar de existir mientras no podamos valernos por nosotros mismos. Será el opio del pueblo como dijo Marx, pero al menos nos acerca a un reflejo de lo que queremos ser. Sino pregúntenle a Thomas Quincey.

2:47 p. m.  

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