La gestación de una ideología dudosa

¿Cómo llega una persona a gestar algo parecido a su propia ideología? ¿Auto conocimiento acaso? ¿Programación socio-cultural? ¿Copia de viejos modelos o búsqueda de ideales que se desvanecen por su propio peso específico?
Por favor a no decir que lo que enseñan en el gran establecimiento coercitivo por excelencia –la escuela- sirve para darse una idea. Simplemente todo se basa en un método con poca deducción/inducción; condimentado con una peligrosa obsesión con elementos tan frívolos como “las notas”, que si bien sirve como parámetro del mundo binario que nos rodea, poca educación real aportan.
Vayamos al caso concreto de su fiel servidora. Nacida bajo una curiosa mezcla de cromosomas ideológicos.
Padre comunista, Madre en la cuerda floja. Por momentos bajo estandartes casi socialistas pero también con algunos raptos tradicionalistas (como el día que pensó que era bueno inscribir a su única hija en el colegio de curas). A esto le sumo una sana curiosidad y cuestionamiento a lo que me rodea y aparezco.
No hay que negar los períodos de confusión. Es como la vieja ecuación de tesis, antítesis, que llevan de la mano a una tesis nueva y renovada. Simplemente hay veces en que a mi linealidad le juegan una mala pasada y termino pensando y cuestionando de donde salen mis ideas. ¿Son propias? ¿Repito modelos cansados?
¿Qué pasa con mi imagen arquetípica? La nena socialista de clase media que lee filosofía revolucionaria y escucha música según sus pasiones, que consume “cine arte” y “cocina de autor”. Cuestiono la distribución de la riqueza pero soy víctima de consumismo. ¿Será acaso esa mi imagen real? ¿O pronto se desvanecerá y vendrá otra nueva y renovada?