Un viaje
Las veces que volví de un viaje, en el que me ausenté de mi casa por más de un par de días, sentí que a medida que el auto avanzaba por las últimas calles, todo parecía distinto.
La cuadra de mi casa parece distinta. El portón de madera que separa mi hogar de todos los demás parece más viejo, más gastado.
Al momento en que la llave giró, pasé y todo lo que había dejado atrás, estaba ahí esperándome.
Mi habitación parece distinta. La cama, mis libros, mi escritorio cubierto con algunos papeles que deciden volar los días en que Buenos Aires se despierta ventoso.
Todo parece más frío. Esperando que yo lo llene de vida. De música y de pasos.
La cuadra de mi casa parece distinta. El portón de madera que separa mi hogar de todos los demás parece más viejo, más gastado.
Al momento en que la llave giró, pasé y todo lo que había dejado atrás, estaba ahí esperándome.
Mi habitación parece distinta. La cama, mis libros, mi escritorio cubierto con algunos papeles que deciden volar los días en que Buenos Aires se despierta ventoso.
Todo parece más frío. Esperando que yo lo llene de vida. De música y de pasos.