Apología a la Libertad

Def: Discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo.

Nombre: Apologista
Ubicación: Argentina

martes, julio 29, 2008

Sueño

Él se despertó con la inquietud de quien busca recordar lo soñado. Indagando en su memoria inmediata, lo que había ocurrido la noche anterior. Recordaba la mirada de aquella mujer pero nada más.

Se levantó y se dirigió mecánicamente al baño en el que todos los días seguía la misma rutina: se miraba al espejo tristemente mientras cepillaba sus dientes, pensando lo poco emocionante que sería su día, el poco interés que le despertaba salir del baño para encontrarse con alguna pregunta vacía que poco le importaría contestar. En ese momento, recordó los labios de ella, y por primera vez en mucho tiempo, sonrió.

Mientras bajaba las escaleras que lo separaban de su mundo íntimo, buscó recordar algún dato más de la mujer, a lo mejor el color de su pelo o su vestimenta. Inútil fue el intento.
Su día se desarrolló con la misma mediocridad que él esperaba. Pero algo cambió. La necesidad de reencontrarse con ella.

A la noche siguiente el sueño los reunió. Los amantes se buscaron y encontraron toda su pasión. Se besaron a un ritmo adolescente. Pasearon por un parque y disfrutaron en silencio un atardecer. Todo parecía perfecto. Casi irreal.

En la mañana no podía dejar de suspirar frente a su reflejo, sacando de su ser toda la angustia que su pecho comprimía.

Así vivió por semanas. Viviendo una maravillosa vida en sueños, que nada tenía que ver con la aburrida realidad y la tristeza que lo rodeaba. Se levantaba con el único objetivo de ver pasar el tiempo, asesinando horas y minutos, para llegar al sueño y encontrarse con su mujer.
No le importaba su trabajo, ni sus hijos, ni siquiera el pequeño cuarto de la casa donde tocaba su piano, ya no acariciaba las teclas sino que hacía una mímica; ni siquiera armoniosa. Hacía el amor sin pasión y muchas veces deseaba morir antes de fingir un placer que hace tiempo no sentía. Su mujer lo sabía, pero callaba.

Lo mas importante del día era cuando él cerraba los ojos y tomaba la mano de su dueña, dejándose llevar por los caminos y las aventuras que cada noche le proponía.

“Fueron 30 pastillas” dijo la viuda imaginando porque su marido yacía sobre su cama con una mueca muy parecida a la última sonrisa que le vio, la noche anterior, mientras dormía.

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